Adiós Papá, adiós…
Como todo esfuerzo en la vida, tu larga lucha nos ha servido una vez más…
has unido a los hermanos, y adoramos todavía más a Mamá,
guerrera incansable, te cuidó, te atendió…
lloraba en silencio por tu sufrimiento, te amó y te respetó.
Adiós Papá, adiós…
nos has mostrado que las cosas tienen un porqué, y vuelves a aleccionarnos,
en la vida estamos de paso, ¿y como acabaremos?… ni lo sabemos, ni lo imaginamos.
puede ser muriendo en vida… como a tí te ha sucedido,
nadie elige el cómo, nadie con quién… nadie el porqué, nadie cuando,
pero tú estuviste acompañado, cuidado y sobre todo, amado.
Adiós Papá, adiós…
valoro más aún si cabe, ahora que soy padre…
tus consejos desde el ejemplo,
parco en palabras, cuantioso en hechos.
Nos inculcaste principios, valores y humildad, nos enseñaste a querer y a amar,
solo a dos personas he idolatrado en mi vida… a tí y a Mamá.
Adiós Papá, adiós…
por nosotros lo diste todo, renunciaste a todo… siempre fuimos lo primero.
Ahora, a nosotros, nos toca cubrir tu ausencia,
tenemos generaciones que educar en la misma escuela,
te marchaste dejándonos tu esencia, la constancia y el tesón…
por eso, te aferraste a nosotros, a nuestras palabras y nuestro amor,
te fuiste como tú eras… un luchador.
Adiós Papá, adiós…
ya descansas en paz Papá, y te imagino, haya donde estés,
paseando con tu caminar despistado, ajeno a lo que sucede a tu alrededor,
con tu gorra, una espiguilla en la boca y tu cuerda por cinturón…
al hombro tu azada,
al horizonte tu mirada,
camino a las tierras que tanto trabajaste,
camino a las tierras que tanto disfrutaste,
en lo alto del almendro, lejos de mi alcance, tu botijo…
en la sombra, con palometa y siempre frío.
Adiós Papá, adiós…
Te imagino en un lugar fresco y puro, lejos de ruidos y contaminación,
con aroma a tierra húmeda, del rocío de la mañana, con la viveza del resplandor del sol,
con la frescura de los pinos, verde intenso, que abrazaban nuestro hogar,
por alfombra tierra fértil, acariciada con tu azada, sobre la que juntos pasear.
Rodeado, de un blanco rosado cegador,
blanco y rosado, de los almendros en flor,
un cielo infinito, azul intenso, que al final del valle, se mezcla con el mar,
y en la noche, un mantón de estrellas y el olor de la dama de noche, nos permiten soñar.
Allí viviste, allí descansas… y allí vivirás
Adiós Papá, adiós…
Todo esto es difícil de escribir y expresar, son emociones que sembraste en mi corazón,
que echaron raíz junto a ti, que regaste con amor,
cultivaste tu carácter en mí, fuiste un ejemplo de superación.
Te digo adiós para toda la vida, aunque toda la vida siga pensando en ti…
Adiós Papá, adiós…
Me ha encantado Hector…..me has dejado sin palabras……..
Me gustaMe gusta
Gracias….
Me gustaMe gusta
Conmovedor, precioso. Un fuerte abrazo
Me gustaMe gusta
Muchas gracias…
Me gustaMe gusta
Que bonitas las palabras, pero sobre todo, el sentimiento que desprenden. Muy grande!
Me gustaMe gusta
Gracias Mario…
Me gustaMe gusta
Precioso..transmite un profundo amor …limpio y transparente…
Me gustaMe gusta
Gracias!!!
Me gustaMe gusta
Se van pero permanecen por siempre en nuestros corazones. Hermosa reflexión. ❤
Me gustaMe gusta
Gracias… Es cierto, siempre están ahí.
Me gustaLe gusta a 1 persona